Así lo ha manifestado la plataforma de la discapacidad, coincidiendo con el Día Mundial de los Derechos del Consumidor, que se celebra el 15 de marzo, en el que reivindica que las personas con discapacidad forman parte de la sociedad y como tal, deben poder participar activamente en la misma.

 

En este sentido, el CERMI recuerda que un modelo de consumo sostenible y saludable también debe “construirse desde el enfoque inclusivo que tenga en cuenta a las personas con discapacidad”.  

 

Asimismo, el movimiento CERMI plantea la necesidad de abordar el consumo circular desde el ecologismo inclusivo, que tenga presente las necesidades de las personas con discapacidad como usuarias de bienes de consumo. Para el CERMI esto implica la consideración de aspectos esenciales como el sobrecoste vinculado a la discapacidad, que precisa de bienes ecológicos a un precio razonable, la necesidad de garantizar la accesibilidad a la información y el etiquetado de los productos ecológicos o la obligación del movimiento social de la discapacidad de participar activamente en la defensa del consumo eco-eficiente. 

 

Por esto, coincidiendo además con el aniversario del estado de alarma ante la crisis provocada por la Covid-19, el CERMI llama la atención sobre la “necesidad imperiosa” de protección y garantías de sus derechos de consumo a las personas con discapacidad y mayores, situándolas en primera línea también en situaciones de dificultades de abastecimiento de productos esenciales o desinformación.  

 

De esta manera, el CERMI quiere participar en el despliegue de la figura de la persona consumidora vulnerable, reconocimiento legal que responde a una petición larga y sostenida del movimiento CERMI que, sin duda, dotará de mayor protección y garantías a este grupo ciudadano.